SOÑAR EN SILENCIO
Silencio.
Soñaba, soñaba en silencio. Pero soñaba en medio de tanques blindados y fusiles automáticos. En medio de tanta carne humana envolviéndome el cuerpo con los pedazos.
Soñaba, gritando, pero en silencio. El polvo de tierra era una cortina de desesperación que apenas presionaba el percutor, y las balas hiriendo y matando en ráfaga a todo combatiente enemigo que mis ojos alcanzaban con un esfuerzo enorme de lágrimas.
Soñaba en silencio, pero gritando dentro de ese mundo de imágenes miserables bañado de sangre.
— Despierta, despierta. Qué tienes...
Era mi hermano. Había quedado dormido en la banca de la Plaza de Armas sólo un momento.
Nosotros venimos de provincia para apoyar la huelga, cansados de tanto abuso, de tanta miseria por culpa de nuestros gobernantes.
— ¿Qué tienes?
— Nada, sólo soñaba.
Entonces pasó. Nos enfrentamos a los policías. Algunos de los manifestantes se acercaron demasiado al Palacio de Gobierno, y los uniformados nos repelieron con varas y bombas lacrimógenas. Nosotros llevamos palos y piedras. Luego, todo fue un desastre. Un enfrentamiento de sangre. Una lucha injusta. Entonces me acordé del sueño. Y grité con todas mis fuerzas:
— Nosotros no queremos nada con policías, traigan al Presidente.
Frank Castillo (Puno, 1979) Estudió Literatura en la UNSA. Ha publicado el libro de poemas Sangre y Fuego en Síntesis de Agonía (Enroque Ediciones, 2002). Ganó el primer premio en cuento y la primera mención honrosa en poesía en el concurso literario Jorge Cornejo Polar 2005, organizado por su casa de estudios. Tiene inéditos los libros de cuentos Fragmentos de Vida y Muerte, y Cien relatos breves; los poemarios Bajo las estrellas, Destinos finales, y Pródigo del tiempo; y las novelas Soldados de blanco y rojo, y Dios y el Hombre.
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