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EL BRAILLE DE LOS CIELOS


El entramado poético suele develar matices que logran darle estabilidad al edificio discursivo. Todo ese entrecruzamiento de sentido, necesario en un libro de poemas, se halla muy bien expresado en la ópera prima de Donny Portillo Ferro. Desde una voz testimonial y vitalista como canto ambulatorio (a la manera de Ginsberg y Ramírez Ruiz), hasta un lirismo breve y sentimental que acomete la adolescente mirada del poeta. Cada uno de estos rasgos va sumando al proyecto de escritura del autor y enriquece el panorama de la joven poesía apurimeña (Paul Valenzuela Trujillo). 

CÓMO CANTAR AL DHARMA 
SI EN LA RAÍZ CUADRADA DEL GIRASOL 
LOS FÍSICOS SOSPECHAN

I

Hoy no siento frío hermanito
La poesía es la chompa a rayas que tejió mi madre
Para abrigarme de los roídos del mundo y el impune corazón.
Roídos que cruzan mi puerta                       Y andan de arriba abajo A tientas
Como un ángel vagabundo    Trazando la intersección de mariposas y helicópteros
Desmesurando al alma de mi témpano niño.
A mis 8 años y con 25 duplicados de mi álbum Navarrete
Poco entendía de superhéroes Poco entendía del vacío y de sus beldades efímeras.
Pero la tele         —Cajita resonante de luz infrarroja           Me decía:
Tonelp Capdush             Algo así                         Como:
                —Abre las ventanas y vuela con el viento.
Precisamente entre ese viento y mis axilas                         Busco la madurez
Sin embargo:                    Ajeno de tal premisa             Y vasto de este temblor
Resuelvo contemplativo la flama creadora de los tránsitos
Donde mi inseguridad    Es un mecanismo de alerta temprana
Cual premura                    Las mentiras de la noche.

SIMBIOSIS Y LA RENUNCIA DE LA MEDITACIÓN

IV

Bendita sea...
Bendita sea la mañana sin reloj y culpa, sin juicio y revelación, el glamour biodiverso de quienes dejaron de ser hombres para ser ángeles, ángeles bellos, ángeles que caen del cielo sobre la luz hipocondríaca, la luz que ayer fue oscuridad, luego luz, oscuridad, y que hoy es luz, mañana oscuridad, luminosidades para un pecho, algoritmos para la salvación.

Se inundan las calles, se inundan los sueños y nadie admite sus hábitos. Se inundan los ojos, se inundan las risas y los profetas hacen la vanguardia desde sus pomposas trincheras, entre el incienso y la meditación Krishna.

Porque estas flores hacen héroes y trepan al firmamento de su higo inventor, porque estas flores son épodos, quizá albatros, y firmes en su delicadeza, las diásporas de Tambobamba y Bagdad.

Se inundan las calles, se inunda París, ululan la metafísica de Nazca a Vilcabamba, como quien brilla y emana locura, locura que ya no proviene de las marginales sombras de la renuncia, sino de las reformas psicodélicas, cual no hiede, cual no engendra, cual canta sus clavos púrpuras entre veladas veganas de la cósmica misa, como quien calla su cruz y lava su rostro porque un nuevo día ha llegado.

Palabras claves del Mahayana, eclípticas sesiones de yoga frente a la ciudad. Esta ciudad que despierta, y cesa sus inconsolables llantos de quienes nacen, crecen y sueñan, las azulitas márgenes del amor.

***

Hemos de anclar el instante en los cantos de los pájaros
Para limpiar el tiempo y hacerlo habitable al corazón
Hemos de hackear los estados para tocar tambores
En apacible firmamento e inagotable fulgor
Hemos de decirnos esperanza
Esperanza de disolver el miedo
Y permanecer en la dulce voz del amanecer
Hemos de tener un lenguaje —el de los niños el de las aves
Para vivir irremediablemente entre los bosques del corazón
Hemos de mantenernos en la virtud —porque diáfano es el cielo.

ALFORJITA DE CRISTAL

Cuando octubre cayó sobre sus ojos
Los pájaros cantaron abedules
Los molles imitaron mariposas
Y las azules historias
Como plumitas del cielo
Pintaron
Los anhelos del tiempo.

MOVIMIENTO PARABÓLICO

La luz sobre las hojas
El viento meciéndolas
La mosca acróbata da un salto
Y todo sigue igual.

(De: La música de las esferas)

Donny Portillo Ferro (Abancay, 1989). Artista e ingeniero civil. Ha publicado sus textos en Antología de poesía del grupo Primate (2018); Apurímac, el dios que canta (2020) y en su primer poemario: La música de las esferas (2022). Participó como coeditor en la publicación del libro cartonero Estación Sur (2021).

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