"[...] La fábula presente en El tiempo de los anormales nos hace retornar al origen etimológico del término: fabulare significa hablar. Si el lenguaje no es más que un constante fabular, la poseía lo es más y el libro de Jimmy Barrios hace que el lenguaje poético prolifere con belleza en estos tiempos de veda. [...]". (Rosa Nuñez)
XXI
La busca del salmón
llegado a este punto salmón,
habrás notado lo más inverosímil de las aguas
cada que el río te abre los ojos
y aún así no habrás sabido definir
la ubicación exacta del enemigo
no hay moros en la costa salmón
ni fantasías en el frente de batalla
los ríos desastillándose envejecen como los niños,
las aguas más antiguas se llevan también
una memoria ancestral
imprevisible como un diálogo,
no hay dos veces el mismo espejo
ni se baja al mismo río,
mis pies desacostumbrados al remonte
han perdido la estrategia de tus alas
la búsqueda no garantiza el encuentro alado salmón
de ninguna manera
XXVI
Monólogo del vencido
una vez aniquilados nuestros ojos
y arrinconados bajo nuestros párpados
a la sombra trémula de las naves,
afilamos delicadas zarpas
agazapados con la triste pereza del error
comimos ocultos de nuestro cuerpo irrisorio
descifrando la intemperie gloriosamente derrotados,
desterradas nuestras bocas
soñamos también con la celada
y la muerte sutil del enemigo,
mas sus máscaras prosperaron en la noche
hasta volver visibles sus figuras
sus aceros empolvados para travesar el aire oscilante
rumbo de los frutos y los cuerpos dóciles,
no hablen de la fe
o el color despeñado de nuestras pieles
que también por ellas seremos sojuzgados,
no pienses madre en la tristeza de las naves
o el furor de los peces invisibles
gravitantes en la calma de los cántaros vacíos,
nosotros construimos al soldado
y la apariencia indomable de sus brazos
conquistando el paisaje y los ídolos del horizonte,
nosotros construimos al puntero
el rigor de sus remiendos
y los zapatos presurosos
tras las cometas y las hambres,
los críos encerrados en el círculo
atados a la bandera y el paramento,
¿entonces qué de nuestros brazos enterrados
en pos de los cielos y las osamentas
entregados a la frescura inagotable de los tallos
y la belleza feroz de las ficciones?
la certeza en la presencia de los frutos
ha dilatado nuestra caída
y los aleros de nuestros polvosos ojos
aun así,
ya no hay por qué temer
aún nos queda por delante la sed
y el nuevo tiempo de los predicamentos,
el agua era lejos
y no cargaban las piernas ni los ojos del felino
soldados muertos, octubre de 2009
Jimmy Barrios Rivera (Arequipa, 1981) Ha publicado Arquitectura del desencanto (2006) y El tiempo de los anormales (Grita Ediciones, 2009); los poemas pertenecen a su último libro.
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