Ir al contenido principal

PÁJARO DE PIEL


"Una actitud de contemplación que salva, una reflexión que embellece, pero no pasiva ante una estatua; sino activa ante otro ser, que podría condenarlo o esclavizarlo en esa dinámica del juego erótico. [...]". (Carlos Tapia)

retrospectiva III

aquí soy la lluvia
y puedo nadar el susurro de los sauces
para trepar por tu cintura
y arrancarte un beso maduro

la tarde ígnea se recuesta
salpicando deseos
sobre el follaje de lechuzas que acomodamos en el suelo

ya las almas están andando
somos fantasmas jugando con los duendes del pueblo

y es que aún emerges
de esa melodía puente
para cuando mis desvelos
indaguen la semiología de tu sexo

chau

tu sonrisa es un fósil funebre

mis ojos telúricos desatan desencuentros
en la metamorfósis de tu espalda

bosque espiral espinando mi almohada incendiaria
enraízo plegarias exóticas en la evolución de mis intentos

pero
tu sonrisa es un fósil fúnebre

sentados

tus ojos   están ahí   vacíos   tangentes   inasibles

la senda umbilical nos asalta
hace un círculo despiadado para cuerpos cuadrados

cansadas de caer
las canas se han puesto a tejer su historia
o algo así   más o menos
siento adentro temblores extraños
también tú   quizás   talvez

tus trenzas monologan una tarde dormida

Óscar Saldívar Bolívar (Arequipa) Ha publicado Hemiplexia (Edición del autor, 2002), Edificaciones trashumantes (Cascahuesos Editores, 2007) y Cuerpos reptantes (Ediciones Súbita, 2009). Los poemas pertenecen a su último libro.

Comentarios

Entradas populares de este blog

TRES POETAS APURIMEÑOS

"Ser un poeta apartado del circuito oficial limeño tiene sus ventajas; la primera, no figurar en ninguna antología antojadiza de la capital, y la segunda, mantener ese carácter marginal necesario en todo artista. Que hable la poesía". (Paul Valenzuela Trujillo) -1- DE LA VIDA A LA VIDA Hay un extremo lejano del hombre: La soledad Hay otro extremo cercano: La unidad Un abismo intermedio: La muerte Nuestro camino es infinito nuestra arma la lucha nuestra meta: Un extremo que es cercano: La vida. (De: Los versos del camino) LA EXPLOSIÓN DE LA RUTINA Un fragmento de estrella encendida ha caído a la gran ciudad del sueño Los hombres que dormían despiertos como hormigas hurgadas corretean sin saber qué pasó La explosión encendió la rutina jaloneó las orejas del silencio el sueño despertó de su ala dormida y voló… La policía se movilizó en su tarea de rigor después de varios días de investigación descubrió que la estrella que cayó se llam

EN QUÉ BORDE DEL CIELO SE HAN COLGADO LAS QUIMERAS

Apelar a la escritura para descubrir las grietas que se van formando en nuestra cansada piel. Disponer de las palabras, como una suerte de conjuro, contra la inmortalidad del alma. Hacer de la poesía un oscuro faro que nos conduzca al sabio naufragio de la lucidez. Todo es nombrado y nada escapa a la retórica del daño y la imposibilidad. Digo retórica porque no hay discurso que no lo sea y el de Javier María Olórtegui se esfuerza en ser genuino y vaya que lo logra (Paul A. Valenzuela Trujillo). ÁNIMA BUSCO mientras se aproxima la hora del misterio la forma de tu rostro la estructura de tu voz no estás solo un silencio desconocido envuelve mi cabeza ignoro la dimensión de tu palabra tu extraña geografía en el espacio — sombra que se refleja en la sed en el torrente que acompaña al camino — no tengo más descansa mi cuerpo con los ojos vacíos — agujeros estériles de la nada — después de todo el tiempo fue aquel al que un día desesperadamente y con invisibles manos hundí en el aire RETRATO

HE VENIDO PORQUE TU GRATITUD ME CONVOCA

Poesía que va atizando el fogón donde hervirá el agua de nuestra memoria. Astillas que se elevan en la inmediatez del momento y, como luciérnagas, brillan para despedirse de este mundo. Así son los poemas de Víctor Salazar Yerén en Sobre la aldea; tiernos, melancólicos, con alegría de chivillo retozando en el monte y profundidad de ojo lechucero para descubrir nuestro vínculo con ese primer hábito que es la naturaleza (Paul A. Valenzuela Trujillo). VINE AQUÍ a despintarme de las manos las ciudades, a reconocer lo primigenio de nosotros en cada cierto hombre... y ser parte de los nacimientos asombrosos que a lo lejos nos llegan enlatados. Vine, pero aún no he olvidado de donde vengo... Por ello borroneo este camino. Dejo abandonados mis zapatos. 5 (Aurahuá) EL CIELO AZUL y despejado de Aurahuá, has de saberlo, forastero, entiende más que nadie a los forasteros... Por eso llueve. (Poemas para después del arado o cuatro harawis para Ita) 1 AMANECE Aurahuá en mi corazón. Desde aquí todo el