"Los poetas son cronistas de su tiempo, dijo el autor de Canto General y es cierto. Gracias a los poetas conocemos no sólo los episodios de los sucesos, sino el espíritu que los animó. Ése es el caso del maestro Blequer Alarcón quien desde el sur del Perú, nos alcanza una obra tierna". (Percy Julián Uribe)
EL HERRERO
Entonces el yunque quería nacer,
logró incubarse en las nieves
y salió el pico del primer pollo.
Las tenazas del herrero americano
abrió sus horrendas fauces,
las luces del horno sudamericano
prendían sus primeras velas.
Como tú proletario, como tú
con tu overol de grasas y sufrimientos,
con tus herramientas herrumbrosas,
con tus pensamientos acurrucados
en un mismo sucio vaso.
Como tú mujer, como tú,
sobre el lecho de los vientos,
sin tu almohada de ilusiones,
hasta que una forma de hombre
se aparee con tu sonrisa
en tu silencio, en tu nada.
EL PUEBLO DE LA COLINA
Entonces el yunque quería nacer,
logró incubarse en las nieves
y salió el pico del primer pollo.
Las tenazas del herrero americano
abrió sus horrendas fauces,
las luces del horno sudamericano
prendían sus primeras velas.
Como tú proletario, como tú
con tu overol de grasas y sufrimientos,
con tus herramientas herrumbrosas,
con tus pensamientos acurrucados
en un mismo sucio vaso.
Como tú mujer, como tú,
sobre el lecho de los vientos,
sin tu almohada de ilusiones,
hasta que una forma de hombre
se aparee con tu sonrisa
en tu silencio, en tu nada.
EL PUEBLO DE LA COLINA
En estos lejanos silencios
envuelvo tu nombre.
envuelvo tu nombre.
Borra tus turbios llantos.
Haz sonreír tu vetusto rostro,
que tus casitas de paja
canten una larga canción.
Haz sonreír tu vetusto rostro,
que tus casitas de paja
canten una larga canción.
Tejo tu nombre
entre un porongo de chicha
y un barril de lisuras.
entre un porongo de chicha
y un barril de lisuras.
Tu voz de bronce hazlo temblar,
derruye tus entrañas,
que tus barrancos
silben un huayno infinito.
derruye tus entrañas,
que tus barrancos
silben un huayno infinito.
Y a lo lejos, en la distancia
duerme con los ojos abiertos
duerme con los ojos abiertos
UNIVERSO YERTO
Las celdas de esta prisión dibujan sus ideas en una laja. El preso que está sentado sobre un fusil, mira al fondo, allí hay un bosque de angustias, allá hay un grupo de suspiros, allí hay una bandada de melancolías. Veo su rostro, el preso llora. Quisiera navegar en sus lágrimas para ver: mis libros, mis poemas, mi fotografía que continuará joven, mientras que en mi rostro nació otra arruga.
Esta noche estoy frente al Chumbao, adiós señor mío, adiós. Esta noche estoy creando mi mundo. En una gota de miel y sales, estoy llevando a una virgen a que peque conmigo, adiós señora mía, adiós.
Tienen razón, cuando uno está preso piensa quimeras. Un día la imagen de la mujer amada, otro día existo yo, ella no.
No sé pero, el valor todavía resucita, ¿por qué habría de morir?
Blequer Alarcón Silvera (Talavera, Andahuaylas, Apurímac, 1960) Docente, poeta y escritor. Fue apresado injustamente debido a lo contestatario de su obra y su pensamiento. Ha publicado el libro de cuentos Y el camino no termina y el poemario Hacia el sur sin rumbo.
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