Ir al contenido principal

HUÑU KAWSAY


“[...] por más que nadie lance una mirada hacia su cruento camino, el artista continuará buscando alternativas para poder cambiar y despertar a los que viven con los ojos vendados sin sentir frío. [...]”. (G. C. O.)

PEREGRINO DE OLFATO DE CANDELA

                                                                              Para Feliciano.

Arden las miradas bullidas de los zorros picapedreros
quemándose en mis lágrimas de fósforo
cuando mis pies de cal nigromante,
suspiran que ya no podrás volver pronto,
a jugar en el olfato aleatorio del cóndor.

El espíritu ígneo del pájaro transeúnte, habló
con la piedra colosal de conciertos poseídos,
conversaron en la cascada perdida de los huesos bélicos,
siempre con sus barbas diligentes de hielo bregado.
Y en cada noche bifurcada, ha despertado de la herida injuriada
que ha sacudido sus palabras aprensivas de guarango,
para envenenar a los cuervos caníbales que nos tragan.

Mis manos elocuentes de alquitrán
se retuercen en el orificio de espina de la quena muda
han esperado unos oídos térreos de león,
para calmar el regato bruno que acribilla mi encéfalo.

Tu palabra alba de cobre salvaje,
y tu garganta fangosa es la estrella de barro
que me exhortan, cuando mis dedos ofuscados,
gritan en la lengua resbalosa,
del alfabeto de potrillos novatos.

Hay bulla de calaveras despreciadas,
porque el silencio de las aguas agrios
rumia el grito de las moscas vulneradas
aquí, cuando el sapo señorial,
me impone su canto insípido
para matarme de hambre.

Los árboles viejos, aún orinan miel
viva de anacondas furiosas
cuando la naturaleza pintada de palabras sólidas,
está encarcelada en nuestra faringe
luchando por querer hablar una palabra de metal,
para que los búhos delincuentes,
ya no mastiquen fuerzas humanas...
en la avenida traslúcida de ladrones.

Tu voz de volcán, tu palabra jorrr de gavilán embrujado
está en el corazón del sol, en el alma de los Apus.
Estoy esperándote, en el mutismo dócil de tardes maltratadas,
siempre susceptible a subsanar,
el chillido de mi boca principiante.

(Inédito)

Genaro Cahuana Orihuela (Huancarama, Andahuaylas, Apurímac, 1985) Profesor de Educación Bilingüe Intercultural, profanador de instrumentos musicales, pintor de espejismos y empedernido carnavalero. Actor y cofundador del Grupo de Teatro Experimental Rimarisun. Tiene un texto inédito y vive en la inquisición del legendario idioma runa simi.

Comentarios

Entradas populares de este blog

TRES POETAS APURIMEÑOS

"Ser un poeta apartado del circuito oficial limeño tiene sus ventajas; la primera, no figurar en ninguna antología antojadiza de la capital, y la segunda, mantener ese carácter marginal necesario en todo artista. Que hable la poesía". (Paul Valenzuela Trujillo) -1- DE LA VIDA A LA VIDA Hay un extremo lejano del hombre: La soledad Hay otro extremo cercano: La unidad Un abismo intermedio: La muerte Nuestro camino es infinito nuestra arma la lucha nuestra meta: Un extremo que es cercano: La vida. (De: Los versos del camino) LA EXPLOSIÓN DE LA RUTINA Un fragmento de estrella encendida ha caído a la gran ciudad del sueño Los hombres que dormían despiertos como hormigas hurgadas corretean sin saber qué pasó La explosión encendió la rutina jaloneó las orejas del silencio el sueño despertó de su ala dormida y voló… La policía se movilizó en su tarea de rigor después de varios días de investigación descubrió que la estrella que cayó se llam

EN QUÉ BORDE DEL CIELO SE HAN COLGADO LAS QUIMERAS

Apelar a la escritura para descubrir las grietas que se van formando en nuestra cansada piel. Disponer de las palabras, como una suerte de conjuro, contra la inmortalidad del alma. Hacer de la poesía un oscuro faro que nos conduzca al sabio naufragio de la lucidez. Todo es nombrado y nada escapa a la retórica del daño y la imposibilidad. Digo retórica porque no hay discurso que no lo sea y el de Javier María Olórtegui se esfuerza en ser genuino y vaya que lo logra (Paul A. Valenzuela Trujillo). ÁNIMA BUSCO mientras se aproxima la hora del misterio la forma de tu rostro la estructura de tu voz no estás solo un silencio desconocido envuelve mi cabeza ignoro la dimensión de tu palabra tu extraña geografía en el espacio — sombra que se refleja en la sed en el torrente que acompaña al camino — no tengo más descansa mi cuerpo con los ojos vacíos — agujeros estériles de la nada — después de todo el tiempo fue aquel al que un día desesperadamente y con invisibles manos hundí en el aire RETRATO

HE VENIDO PORQUE TU GRATITUD ME CONVOCA

Poesía que va atizando el fogón donde hervirá el agua de nuestra memoria. Astillas que se elevan en la inmediatez del momento y, como luciérnagas, brillan para despedirse de este mundo. Así son los poemas de Víctor Salazar Yerén en Sobre la aldea; tiernos, melancólicos, con alegría de chivillo retozando en el monte y profundidad de ojo lechucero para descubrir nuestro vínculo con ese primer hábito que es la naturaleza (Paul A. Valenzuela Trujillo). VINE AQUÍ a despintarme de las manos las ciudades, a reconocer lo primigenio de nosotros en cada cierto hombre... y ser parte de los nacimientos asombrosos que a lo lejos nos llegan enlatados. Vine, pero aún no he olvidado de donde vengo... Por ello borroneo este camino. Dejo abandonados mis zapatos. 5 (Aurahuá) EL CIELO AZUL y despejado de Aurahuá, has de saberlo, forastero, entiende más que nadie a los forasteros... Por eso llueve. (Poemas para después del arado o cuatro harawis para Ita) 1 AMANECE Aurahuá en mi corazón. Desde aquí todo el