“La poesía de José Infantas, cual cuchillo
quirúrgico, va trazando en la piel una narrativa sintomática de la condición
humana: desencanto, frustración, fragilidad, etc., todos los insumos necesarios
para desestructurar el edificio posmoderno, afirmando una consciencia
vital”. (Paul Valenzuela Trujillo)
PALAFITOS
I
No llega ligera, su paso es terrenal, de
bálsamo blasfemo, de brújula de arena; no llega leve, no acaricia, erige una
hoguera, ruge, perpetúa la grafía, desordena, revuelve con deliciosa crueldad,
su sinfonía es de guerra y de conquista.
VIII
Hay acaso algo más extraño/
o más inusual que este curso de colisión/
toda semántica es inútil/
nos aferramos al páramo del tórax/
a la sola cifra del sema/ al ignoto sudario
de la parola/
una sucesión de miradas interpelan su diseño
de trampa y de escapulario/
como si sostuviera por sí sola la infamia de
esta máscara/
es un albur que se ha juntado en el rincón
más inaccesible de la consciencia/
como se junta el polvo o las células.
IX
Fui despojado hasta el punto de conservar
solo el nombre/ y fui feliz en la
indigencia del anhelo/ en el mar de marzo/ en el aliento/ conservaba en la
azotea una maquinaria similar a un corazón o una almádena/ tiempo después/ ha
pesado tanto este paisaje/ este arlequín alado de memoria/ sabrás entonces cuán
alto era este abismo/ cuántas veces habíamos remendado nuestras lenguas para
decirnos lo mismo/ como animales famélicos/ con paso de dromon cansado/ heridos
de quimeras/ sin más estrellas que las cicatrices de los ojos/ los gestos
grandes como almadías o elefantes/ un discurrir de blasón deshecho/ en empeño
de bonzo o kamikaze/ sin parsimonia consular ni homilía/ … el líquido de
contraste ha vomitado un lóbulo anaranjado/ una perentoria abadía de la memoria/
nadie que haya respirado lleva el corazón ligero.
PÁLIDA ARCA DE INSECTOS
XIV
Si este vacío
Tuviera un vacío aún más profundo donde
perderse
Si solo bastara enunciar
Si las manos no tuvieran memoria y
Las galeras repletas de afilados detalles
Si no se inflara el alma como una vela mayor
Y esta puerta no enfile a otra puerta
Si a voluntad mañana uno fuera lluvia o estío
Si esta página tuviera la densidad de una
bala
Si este verso fuera en realidad
un
escalpelo.
XXVI
Todo crece de tu cuerpo
Como campo de frutales
Desde la penumbra de tus heridas invisibles
Crece como túmulos
Como el amor de estas tierras
Como el follaje de las letras
Todo crece de tu cuerpo
Se dibuja en aceites presados de arcilla y
flores
En la sinestesia del cráneo
Donde se expía la sed
Lejos del horizonte de la historia
De las trampas posmodernas
De la austeridad de los medios
Todo crece de tu cuerpo
Porque ilustrar es un acto corpóreo
Pasos y danza de las manos,
una minería
Desde adentro.
(De: Pálida arca de insectos)
José Ignacio Infantas Moscoso (Cusco, 1980) Abogado. Ha publicado: Piel de arcano (Lago Sagrado, Arequipa, 2003) y Pálida arca de insectos (Transtierros, Arequipa, 2016). Ha participado en las antologías Poesía Viva de Perú (Editorial de la Universidad de Guadalajara, México, 2005) y Plumas de Búho (Cascahuesos, Arequipa, 2010).
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