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ENTRE RASCACIELOS Y NIEBLA METÁLICA


La poesía de Hernán Hurtado Trujillo siempre ha tenido la virtud de expresar una actitud crítica frente a las convenciones sociales; sin embargo, no todo pasa por enumerar todo lo malo que venimos haciendo desde que forjamos nuestro andar bípedo, ya que su palabra no es ajena a la esperanza de transformación dialéctica de la realidad, más por su herencia andina de valores colectivos que por sus lecturas de clásicos occidentales. En fin, con ayuda de estos poemas podremos ejercer nuestro derecho a cuestionar todas aquellas estructuras que nos privan de una verdadera emancipación del pensamiento (Paul A. Valenzuela Trujillo).  

LA LÁMPARA DE DIÓGENES

Con una lámpara encendida
Diógenes 
recorre
en pleno día
la enmarañada ciudad del alma
entre rascacielos 
sumergidos
en niebla metálica

Observa a tenderos
enrejados:
prisioneros de sus bienes
con menos libertad
que el ladrón de cuatro esquinas

A miles de almas chin chin
que orejean 
en el supermercado
les grita:
¡Aquí hay
completamente todo
que nada necesito!

¡Los forados del alma
no se tapan
con diamantes!

La gente ríe 
y se burla
de las descalzas palabras
de Diógenes
    pero este loco
se agachó 
en su pecho
y se dijo 
avergonzado:
¡Hay mucha máscara en el hombre!
¡Que se la saque
si quiere encontrarse!

Entre la muchedumbre que le seguía
Diógenes
le sacó de golpe la careta
al bípedo más rico y famoso del mundo
y vio con su lámpara
un gran vacío

Gritó:

¡Este no es el hombre
que yo busco!

LA CIUDAD DEL MIEDO

                              En la ciudad 
                              transita la muerte
                              con brevete impune.
                                                    H.H.T.

La ciudad
es una jaula
tejida de calles
Cada calle
es un puñal a la espalda
    una bala
que dobla la esquina 
tras los pasos...
Una bomba
que nos espera
en la última parada de la vida

El semáforo tragamoneda
controla
el tránsito cotidiano del miedo...

Nadie para
en La Parada
todos huyen de todos
Los pies huyen de los pies
Las manos de las manos
El silencio huye gritando...
El miedo huye del miedo

La única confianza
es la desconfianza

Una pista de la ciudad
nos lleva a otra ciudad
donde huye la vida
cuadrúpedamente al abismo...

La ciudad
criadero de 1000 pavores
habita en nosotros
y nosotros vivimos en ella

¿Hacia dónde huiremos
de nosotros mismos?

(De: La lámpara de Diógenes)

Hernán Hurtado Trujillo (Vilcabamba, Apurímac). Para sobrevivir trabaja de maestro y para vivir escribe poesía. Su biografía es el tamaño de la sonrisa que emerge entre sus versos. Ha publicado, entre varios libros, los siguientes títulos: El lenguaje de los ríos (1998), Sinfonía del rayo y de la luna (2004), La cola al revés del gato (2007), Matar la muerte (2016), El violín de tu cuerpo (2017) y La lámpara de Diógenes (2023).  

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