"[...] no es la canción de un funeral, es la afirmación que las luchas del pueblo darán inevitablemente su fruto, es el himno del país futuro y (hay que decirlo porque parte de la filosofía del poema) es el gran huayno de la venganza histórica, la frenética danza de los oprimidos que escribirán la nueva historia sobre la costilla de los opresores. [...]". (Javier Garvich)
EL TERROR - TOQUE DE QUEDA
(A Candelaria Ramos, Roger Aguilar y Augusto Lipa,
muertos a balazos en Puno, el 27 de junio de 1972.)
Otra vez
comenzaron a disparar
en nuestras calles solitarias y pánicas.
Me oculto tras mi cortina oscura
y veo chisporrotear los fogonazos
y algunos rostros, lívidamente iluminados
en segundos,
de cetrinos soldados.
El perro inmenso del vecino,
aquel de la esquina,
aúlla soterrado
con las patas y perniles destrozados
junto al cadáver picoteado
de un descoyuntado y anónimo borracho
que corrió de terror.
Luego, el mugido del camión blindado
se adelgaza a lo lejos
y la noche prosigue caminando.
PANTEÓN IGNORADO
II
(A Domingo Trujillo Velasco, muerto a balazos el 5 de
enero de 1975, en el Pueblo Joven "10 de Febrero", Lima.)
La gente ríe
y come y bebe
y el aire se hace un fino tul caliente,
en la ciudad.
Sobre el pedrisco,
entre las abras de las sierras cercanas,
candente el medio día
chamusca la sangre coagulada
de los muertos acribillados.
Los zopilotes planean
graznándole al festín.
Nítido el cielo del día
y los caminos tornando
con el polvo de la tierra removida:
el sueldo asegurado
y el deber cumplido.
EL TERROR
(A Óscar Iturre, instrumentalista del conjunto "Cuerdas
del Lago", muerto a tiros una noche de 1976, en Lima)
No es posible andar a solas
por aquí.
En segundos, la soledad
puede ser una lápida, también.
Y saludarte, y andar
contigo y estrecharte la mano
puede ser
considerado un delito, también.
DICTADURA
(A Edgar Soncco, estudiante cuzqueño de 19 años de edad,
muerto a tiros el 16 de junio de 1977)
Ahora la agonía se hizo dueña,
como hiena enfurecida, de las calles
de esta ciudad amortajada.
Por las noches la peste flota
en olor a pólvora
y brillor de cacerina
desgranada.
Las noches se alargan
y los lamentos crecen.
EL COMBATE
A trompicones canto.
Me pegan
y salgo y canto
más fuerte y aún más alto.
Es una forma de saber
quien se cansa primero.
ADVERTENCIA
No es que me queje.
No quiero
ni debo quejarme.
Solo pido ahora
cuando me apunte
su fusil
el enemigo sepa
que también yo puedo apuntarle.
(Del libro: Tiro de Gracia, 8va edición)
Feliciano Mejía Hidalgo (Abancay, Apurímac, 1948) Escritor de nacionalidad peruano-francesa, exintegrante de los colectivos Hora Zero y Yuyachkani. Ha publicado en poesía los siguientes títulos: Poemas Racionales (1971), Tiro de Gracia (8 ediciones: 1979, 1980, 1981, 1982, 1983, 1984, 1985, 2012), Círculo de Fuego (2 ediciones en 1982), Kantuta Negra (1990), Kantuta Roja (2006), Tinkuy (2012), Marirís (2012), Los Mares de Barro (2012), Bervena de la Orgía / Laboratorio (2012) y Serpiente (2014). Además los libros de cuentos infantiles El País de los Sueños (5 ediciones: 2001, 2002, 2007, 2009, 2013) y Yanaqa, cuentos de mi comunidad (2008).
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