[...] Este relato va con cariño, como el inicio de un hilo con que se
podrá conocer el tejido completo de un libro en preparación relacionados
solamente con este arte antiquísimo: el Sikuri. ¡¡¡Feliz bodas de plata hermanos Yawar Inkas!!! ¡¡¡Jallalla… Siempre… Jallala!!! (Richard Mamani Humpire)
SIKURIS YAWAR INKA A ORILLAS DEL OCÉANO PACÍFICO
Huí aquí, la oportunidad de un trabajo, y esa intensa necesidad de
fuga que me acomete cada cierto tiempo, coincidieron a mi favor (soy un eterno
fugitivo de mí).
Es verano en Camaná; en Juliaca, estos
meses no se sabe que estación es porque el carnaval se adueña de todo.
Quise proveerme de libros, me aconsejaron
comprarlos en la feria del domingo que en mi tierra vendría a ser “la
dominical”, en ese afán paseaba en mis ojos por esos estacionamientos de la
vista que son los muslos femeninos que, como los cuerpos de los peces recién
liberados de las redes, temblorosas en ligeras faldas, se entrecruzaban a
discreción, orondas, libres de las cárceles de los Jeans y las Licras.
Pero quien iba a pensar que al final de un
callejón, detrás de la mercadería de un quiosco donde vendían CDS de películas
y música, me encontraría otra vez con ese niño sentimental e incomprendido del
que vengo huyendo toda mi vida, pero ahí estaba con su misma carga de siglos
apiñados en su rostro.
Desde el televisor donde probaban los
Discos Compactos se transmitía en directo la presentación del TALLER DE ARTE
POPULAR “YAWAR INKA” en el concurso por la festividad de la Virgen de la
Candelaria en Puno. Desde allí, a golpes vivos me ametralló esa munición
musical; sin más, inmediatamente ardí como un papel en un incendio de Sikuris.
¡Oh, Dios Pan! ¿Por qué las cabriolas de
tus sones me vienen pronto a los ojos? ¿Son tuyas esas cañas que aun derriten
los glaciares que enfrío a diario entre mis párpados?
Estático, dificultosamente me contuve,
mientras tanto encausaba, por esos ríos subterráneos que tenemos todos mis
hermanos, las llocllas, los huaicos y tempestades que consumían a mi espíritu
aquella desgrafortuciada mañana.
—Es el carnaval ¿no?—le dije al vendedor
adivinando sus intenciones de cambiar de canal.
—sí… sí,—contestó de mala gana y volvió a
colocar el control remoto sobre la mesa de sus ventas.
YAWAR INKA, fiesteaba, sus Arcas y sus Iras
eran las alas de un ave extraña y descomunal que se batía en una lenta, pero
maravillosa agonía. Las mujeres desde la madrugada de sus polleras alentaban
danzando como si cada vuelta fuese el Jujuy de vikuñas libres que almacenan de
este modo la vida en sus críos recién nacidos.
En una fila de niños que empuñaban a
perfección bombos y sikus estábamos otra vez fundando aquel conjunto con mis
camaradas de infancia, Javier, Fredy (ravelo), Abraham, Zenón, Rafico, Henry,
Richard, El Negrito, el Valle, Luis, el Chino, Santi, Milton, Macuto, Jaime (que
aún no era “blindado”) Werner Ito-Jaime Chinoapaza Q.E.P.D., yo, Pepe, y mi
inacabable hermano Agustín.
Tocaban ahora el mismo Toro-toro, que hilvanábamos nosotros hace
25 años.
Yo guiaba mi fila ferozmente, qué orgullo,
qué honor dirigir este conjunto, "ahorita nos ponen bandera roja" pensaba,
porque ya sacaron la bandera amarilla de advertencia, el tiempo de presentación
se cumplía.
Mi hermano, casi corriendo, al fin apareció
guiando también su fila, volteó hacia atrás, sin dejar de tocar mi dulce cañita
Seis, y Reyna (Q.E.P.D.), Griselda, Elizabeht y Pamela están casi a nuestro lado
guiando… bailando como nunca, Agustín me hace un gesto, doy la señal… no hay
felizmente bandera roja, de lo contrario estaríamos descalificados. Y entre
silbidos de algarabía y gritos de arenga, rodeamos el contorno del escenario
que es nuestra despedida clásica, respiro hondamente mientras me seco el sudor
y me limpio las lá…
El vendedor había cambiado de canal, hacía
ya un buen rato.
(Del libro inédito: “25 años alrededor del SIKURI”)
Richard Mamani Humpire (Juliaca, Puno) Nació una mañana de algún día de Septiembre, en un sitiecito del Collasuyo. Ha publicado el libro de relatos Retawlo (Cascahuesos Editores, Arequipa, 2013). Pasa la mayoría de su tiempo discutiendo con sus textos y algunos acordes de guitarra.
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