POBLADO
I
Árboles encendidos
por la luz de la mañana.
Callejuelas empedradas por el sol
que se angostan con el correr de la mirada.
Palmeras dibujadas por el viento
saturando el silencio de la plaza.
Ante estos cerros se yergue el orbe,
la piedra áspera de estos muros,
la cáscara reseca de estas casas.
III
El aire seco
transita por las calles despobladas,
restregando su espinazo, su lomo furtivo,
entre el cableado y el vacío del camino
para posar sus patas de soplo ensortijado
en el rostro más fiero de la madera austera.
Mas, de vuelta de la muerte,
dando un vuelco en sus giros,
el viento se troca paloma
y posa su corazón emplumado
en la cornisa más ardua
de una pregunta escueta.
V
El aire electrizado
transita por la tarde
y un vaho de eucaliptos
perfuma las palabras:
El viento se renueva y
su cuerpo sale y calles
de pronto desbocadas
ululan con el polvo
afín a las barandas.
Viento de la tarde:
una quieta polvareda gira en torno de tus pasos
pero, pese a todo, tus ojos no se rinden.
Palmeras,
ojos secos que niegan a la piedra.
Sus retinas respiran mientras cantan
fatigadas por la tarde,
transidas por el aire,
mientras su cima reverdece
llenando con sus hojas
la luz de nuestros días.
Viento:
Eres sombra sobre un muro
cogido por la mano de la tarde.
(De: Mandala)
Hugo Yuen (Arequipa, 1964) Es abogado y licenciado en filosofía. Magister en Dirección Estratégica y Gestión de la Innovación. Se ha desempeñado en diversas áreas, como la docencia universitaria, el periodismo, las relaciones públicas y la gestión pública. Ha obtenido reconocimientos por su obra narrativa y poética. Destacan, la mención honrosa en el Premio Copé de Poesía (2005) y el primer lugar en el Premio de Poesía Javier Heraud (2009) por su libro Parafernalia, el cual junto a Mandala (Cascahuesos Editores, Arequipa, 2009) y Retorno a Mandala, forman parte de la trilogía Historia de Intramuros.
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