"Escritos, aparentemente, sin ningún orden ni vinculación, con una tipografía que recuerda algunos anuncios publicitarios; los poemas, hacen alarde de un angustiado lirismo donde la voz poética —humanamente reconocible— desnuda sus precariedades enarbolando un registro expresivo desde el dolor, la ironía y la ausencia" (Paul A. Valenzuela Trujillo).
Urgent Emergency
Necesitaba dar. Explicarle al mundo
su víscera, su llanto,
su nervio. Atravesarte sol. Un nuevo
sol. Necesitaba tapar
su herida con sangre. Cubrir el cielo
de tules y transparencias.
su víscera, su llanto,
su nervio. Atravesarte sol. Un nuevo
sol. Necesitaba tapar
su herida con sangre. Cubrir el cielo
de tules y transparencias.
Y los locos se encuentran.
En una risa tan alta, tan baja.
Pesada. Estridente.
Como uñas comiendo cal.
Pesada. Estridente.
Como uñas comiendo cal.
Y algo más que no sé qué es
Toda esa oscura gestión. Salvada en
explosiones. No en
confesiones. En ruido contra luz.
explosiones. No en
confesiones. En ruido contra luz.
Un amor. A la medida de mi polo. De
mi extremaunción.
Una lágrima que pesara una risa...
mía
tú!
tú!
tú!
tú!
mi extremaunción.
Una lágrima que pesara una risa...
mía
tú!
tú!
tú!
tú!
Esquizito
Yo aprendí a quererte como un niño
entrega su pecho al sol
Soldado de fantasía, conquisté un
lugar de tu casa:
debajo de la mesa
Te acaricié con chistes y uñas sucias
Golpeas los platillos al servir la
comida:
¡Vaya a lavarse las manos!
Y yo sueno la cuchara en ritmo de
acecho, de osadía medida
preguntando:
¿por qué grita tanto si aún estoy acá?
Una vez diste un coletazo. Se rajó el
mar.
Luego sobre un prado de edredones,
discutimos sobre qué nariz es
más boca.
Me deslizaba hacia el reloj
y ponía un caset.
Me estrechas contra tu corazón
Escucha! me decías.
Y yo dormía, te juro que dormía
Y también yo te abrazo
entre cruces y estrellas
entrega su pecho al sol
Soldado de fantasía, conquisté un
lugar de tu casa:
debajo de la mesa
Te acaricié con chistes y uñas sucias
Golpeas los platillos al servir la
comida:
¡Vaya a lavarse las manos!
Y yo sueno la cuchara en ritmo de
acecho, de osadía medida
preguntando:
¿por qué grita tanto si aún estoy acá?
Una vez diste un coletazo. Se rajó el
mar.
Luego sobre un prado de edredones,
discutimos sobre qué nariz es
más boca.
Me deslizaba hacia el reloj
y ponía un caset.
Me estrechas contra tu corazón
Escucha! me decías.
Y yo dormía, te juro que dormía
Y también yo te abrazo
entre cruces y estrellas
- Buenas noches lápiz
- Aguanta, mi pastillita porque
sino...
- Aguanta, mi pastillita porque
sino...
Tras una taza de té
Saco a pasear tu ausencia
sin que nadie la vea
sin que nadie la vea
Le pongo su chompita
pa'que no se refríe
pa'que no se refríe
Le ofrezco un cigarrillo
le pego, le asedio
le pego, le asedio
(tumores, traumas)
Le digo que mire al sol
o me siento en silencio
o me siento en silencio
Asiente. Acepta.
Sé que no se la llevarán los vientos
las lluvias
las gentes
tampoco
las lluvias
las gentes
tampoco
Pero cruza cruel tráfago
Y la devuelven
Y sonríe
Y la devuelven
Y sonríe
La niña mendiga
EPI
Si he visto toda la luna
redondo horizonte
calor frío tu seno
redondo horizonte
calor frío tu seno
Tu cara toda azul
calentando la tierra
la calle de literas
calentando la tierra
la calle de literas
Tácito rubor
Silencio
Silencio
Desolación
Carlos Tapia (Lima, 1971). Realizó estudios de Literatura en la PUCP y Artes en la UNSA; en 1997 obtuvo el primer premio en los Juegos Florales de la casa agustina. Ha publicado el poemario Música para afeitarse (1998) y, recientemente, la plaqueta Polvo de payaso (2021), de donde extraemos los textos. Es responsable, junto con Juan Zamudio y Álex Medina, de la asociación artístico cultural ACCIONARTE que busca enriquecer e innovar la escena cultural arequipeña con proyectos que permitan la confluencia de diversas prácticas artísticas a través de los nuevos soportes tecnológicos.
Hola, necesito comunicarme urgente con el administrdor del blog.
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